Gracias a
la colecta realizada, pudimos sumar lavandina al bolsón de alimentos que cada
15 días se entrega en la escuela, imprescindible en medio de la pandemia. También
gracias a la solidaridad de muchxs hemos podido entregar un libro para lxs niñxs de primer grado.
Pero
sabemos que el devenir es aún más complejo.
Los
alimentos que hoy ya no alcanzan, según informa el gobierno, se espaciarán. Los
insumos de higiene escasean y para muchxs son un lujo. Estás condiciones más el
hacinamiento son caldo de la multiplicación de casos.
La
vulnerabilidad, producto de esta injusta y naturalizada desigualdad, se agudiza
en las crisis.
Será
necesario seguir construyendo vínculos solidarios mientras empezamos a pensar
con verdadera responsabilidad, en un mundo para todxs.